Mejoras alcanzadas por pesquerías del proyecto Medfish

Hace ya casi 10 años que MSC puso en marcha lo que, por aquel entonces, se dio en llamar un “proyecto con enfoque regional”. El Project Inshore, desarrollado en colaboración con organizaciones del sector pesquero de Gran Bretaña, tenía como objetivo trabajar de forma colaborativa hacia la mejora de la sostenibilidad medioambiental de un conjunto de pesquerías inglesas de bajura. Dicha iniciativa, hoy llamada Project UK, ha logrado iniciar ocho proyectos de mejora de pesquerías (FIP, por sus siglas en inglés), a través de los cuales se están sentando las bases de nuevos planes de gestión, mejorando la información que existe sobre las interacciones de las actividades pesqueras con el medio ambiente, etc.

En la actualidad, este tipo de proyectos, llamados Pathway Projects (o proyectos rumbo a la sostenibilidad), que hacen uso de las herramientas de MSC (el Estándar MSC de pesquerías, en particular) en una serie de pesquerías de una región concreta y con la participación de los actores más relevantes, forman parte de los esfuerzos que lleva a cabo MSC por contribuir a la mejora de la sostenibilidad de pesquerías que, por diversas razones (p.ej., la escala de la actividad, el marco de gestión, el contexto socioeconómico, etc.), aún se encuentran alejadas del nivel de buenas prácticas necesario para alcanzar a la certificación.

De vuelta a nuestro ámbito regional, el Mediterráneo es una de las mayores reservas de biodiversidad marina y costera del planeta. Un 28% de las especies que alberga son endémicas, mientras que engloba un 7,5% y un 18% de la fauna y flora marina mundial respectivamente[1]. Sin embargo, también es uno de los mares más amenazados por los efectos del cambio climático (se calienta un 20% más rápido que el resto de las áreas marinas del planeta), la contaminación, el tráfico marítimo, el desarrollo costero o la sobreexplotación pesquera, lo que tiene como consecuencia la degradación de hábitats y la pérdida de biodiversidad. En particular, según el último informe de la FAO sobre el estado de las pesquerías mediterráneas y del Mar Negro, y a pesar de incluir datos que sugieren cierta progresión positiva, en 2018 el 75% de las poblaciones de peces evaluadas en la cuenca se encontraban sobreexplotadas.

¿Cómo se relaciona el preocupante estado del mar Mediterráneo con el enfoque Pathway de MSC? Pues bien, debido a la poco halagüeña situación descrita anteriormente, a finales de 2015 MSC y WWF decidieron poner a prueba este enfoque con pesquerías españolas y francesas del Mediterráneo. Así, el proyecto Medfish se inició con el objetivo principal de realizar un análisis riguroso y exhaustivo del estado de una selección de pesquerías en cuanto a sus niveles de sostenibilidad medio ambiental, para, a continuación, definir planes de acción de mejora específicos. A tal fin, en una primera fase del proyecto se identificó un total de 370 pesquerías (o, en la terminología de MSC, Unidades de Evaluación) mediterráneas en España, que pescan 233 especies con 11 tipos de artes distintos. Dichas Unidades de Evaluación venían definidas por la especie objetivo de la pesca, la población concreta y el arte de pesca utilizado. 50 pesquerías de esa lista inicial, que representaban un total de 42 especies objetivo, incluyendo 18 especies demersales, 12 pelágicas y 12 especies de moluscos, fueron analizadas de forma más exhaustiva con relación a la información existente acerca del estado de sus poblaciones, las especies de captura incidental, las interacciones con especies protegidas, amenazadas o en peligro, sus impactos sobre los hábitats, los marcos de gestión, etc.

Ya en 2016, y en base a una serie de criterios que permitieran tener una representación significativa de la gran diversidad de la pesca en el Mediterráneo, se seleccionaron 7 pesquerías de entre esas 50 para someterlas a preevaluaciones en base al Estándar MSC de Pesquerías. Una preevaluación consiste en utilizar el estándar de MSC a modo de diagnóstico de la sostenibilidad medioambiental de una pesquería lo que permite identificar las debilidades y fortalezas de la misma. A éstas se les unieron 3 pesquerías más, que fueron preevaluadas en 2019. En general, los informes obtenidos señalan deficiencias con relación al pobre estado de las poblaciones de las especies objetivo y acompañantes, la necesidad de contar con más información acerca de los impactos sobre los distintos elementos del ecosistema, la ausencia de estrategias de captura adecuadas y ligadas a objetivos específicos y cuantificables, procesos de toma de decisiones insuficientes o poco claros, etc.

Para abordar las debilidades descritas, a lo largo de estos años se han venido organizando talleres participativos en los que, contando con la presencia de más de 300 personas entre representantes de las distintas administraciones, científicos, ONG, organizaciones del sector y los propios pescadores, se han definido de manera colaborativa acciones de mejora concretas, así como planes de acción exhaustivos para 9 de las 10 pesquerías seleccionadas.

El papel de MSC y WWF en la última fase del proyecto, quizá la más compleja, consiste en prestar su apoyo, desde diferentes ángulos, a la ejecución de los planes de acción definidos. Sin embargo, son las partes interesadas de cada pesquería, particularmente el propio sector extractivo, quienes toman la responsabilidad de desarrollar proyectos que permitan alcanzar las mejoras definidas en los planes.

En este sentido, ha de mencionarse de manera destacada el trabajo realizado por la Cofradía de Pescadores de Palamós que, junto al Instituto de Ciencias del Mar (ICM-CSIC) de Barcelona y otros miembros del Grupo de Trabajo del Plan de Gestión de la Gamba Roja de Palamós, ha puesto en marcha diferentes iniciativas que ya han producido mejoras prácticamente sobre todas las deficiencias identificadas en la preevaluación de la pesquería de gamba roja de arrastre de Palamós. Entre las iniciativas mencionadas, cabe destacar:

  • La adopción de puertas semipelágicas para el arrastre. Esto permite que la parte más pesada del arte ya no entre en contacto directo con el lecho marino, reduciendo así la posibilidad de producir un impacto significativo sobre la estructura y composición del mismo.
  • La adopción de un tamaño de malla cuadrada para el copo de 50 mm, con la intención de reducir la captura de individuos inmaduros de la especie objetivo de la pesquería.
  • El seguimiento exhaustivo por parte del ICM-CSIC de la adopción de las puertas semipelágicas y del nuevo tamaño de malla para el copo, para medir sus efectos sobre el hábitat y la población de gamba roja.
  • El desarrollo del proyecto TIPOART, para establecer un tipo de arte único para toda la flota de este plan, en base a la tensión ejercida por el arte de pesca durante el arrastre, que podría llegar a incluirse como una nueva medida de gestión a aplicar dentro del Plan.
  • La actualización en 2018 del Plan de Gestión de Palamós, que incluyó una reducción en el número de horas de pesca máximo permitido por embarcación y día, el cierre a 16 del número de embarcaciones permitidas dentro del Plan y la inclusión dentro del diario electrónico del nombre del caladero y el número de identificación de la embarcación para cada lance realizado.

Por otro lado, las dos pesquerías del mar de Alborán incluidas en Medfish, la pesquería de quisquilla de nasa de Motril y otros puertos y la pesquería de boquerón de cerco de Caleta de Vélez y otros puertos, pusieron en marcha a finales del año pasado un grupo de trabajo multisectorial (con la participación de la Cofradías de Pescadores de Motril y Caleta de Vélez, el Ayuntamiento de Motril, las organizaciones sin ánimo de lucro Soldecocos, WWF España y MSC, etc.) para impulsar aspectos incluidos en sus respectivos planes de acción, entre ellos el desarrollo de un plan de gestión para la pesca que se desarrolla en Alborán. Asimismo, representantes de ambas pesquerías, con el apoyo de la ONG Soldecocos, han avanzado en la definición de propuestas para el desarrollo de proyectos que aborden debilidades identificadas en sus informes de preevaluación a través de:

  • El desarrollo y la adopción de un programa de software, que permita mejorar la recogida de datos en cualquier tipo de pesquería del mar de Alborán.
  • La caracterización de los descartes en pesquerías del mar de Alborán y la identificación de alternativas que permitan una adaptación viable a la normativa de la Obligación de Desembarque de la UE.

Más recientemente, los talleres participativos organizados para definir un plan de acción de mejora para la pesquería de boquerón y sardina de cerco de Castellón también han servido de espacio de debate e intercambio entre flotas de cerco de todo el Mediterráneo nacional, investigadoras del IEO y el ICM-CSIC, así como ONG, con representantes de la Secretaría General de Pesca de cara a la publicación de una orden por la que se establezca un nuevo plan de gestión para la pesca de cerco en dicho caladero.

A pesar de todas las mejoras alcanzadas hasta la fecha, el trabajo impulsado a través del proyecto Medfish sigue adelante, ya que aún son muchos los retos que debe afrontar la pesca en el Mediterráneo para contribuir a la conservación de los recursos y ecosistemas en dicha cuenca. El objetivo principal de aquí a finales de 2022 es el de continuar colaborando con las distintas partes interesadas para facilitar la ejecución de los planes de acción de las pesquerías integradas en el proyecto. Con esto se busca acercar a dichas pesquerías hasta los niveles de buenas prácticas señalados en el Estándar MSC de Pesquerías, con relación al buen estado de las poblaciones de las especies objetivo, la reducción de los impactos de la actividad pesquera sobre los distintos elementos del ecosistema (p.ej. especies incidentales, en peligro, amenazadas o protegidas, hábitats, etc.) y el establecimiento de una gestión eficaz. Finalmente, durante el próximo año y medio se va a dedicar, asimismo, un esfuerzo importante para lograr una involucración más decidida de los actores situados a lo largo de toda la cadena de valor de la pesca en el Mediterráneo en apoyo a los mencionados procesos de mejora.

Desde la coordinación del proyecto Medfish queremos agradecer la visión y el compromiso de las cofradías involucradas, así como de las administraciones autonómicas y central, los distintos centros oceanográficos del IEO en el Mediterráneo, el ICM-CSIC, y ONG locales como Soldecocos y ANSE, por dar pasos decididos y necesarios hacia una gestión más robusta de los recursos y ecosistemas de interés pesquero que alberga este mar en riesgo.

Julio Agujetas

Responsable de Pesquerías Mediterráneas, España

Marine Stewardship Council

[1] Biodiversity in the Mediterranean. SPA/RAC web page – https://www.rac-spa.org/biodiversity